Condenadas a un tarea eterna

"Las Danáides", pintura de Waterhouse.
MITO DE LAS DANÁIDES: Vivieron en el pasado dos hermanos llamados Egipto y Dánao, que tuvieron cincuenta hijos y cincuenta hijas, respectivamente. Los padres de esta numerosa descendencia estaban enfrentados entre sí, hasta que cierto día, los 50 hijos de Egipto fueron a pedir la mano de las cincuenta hijas de Dánao, llamadas danáides, para olvidar las rencillas de sus familias. Aunque ellas no querían, aceptaron en favor de la paz, pero antes de ir a unirse a sus maridos en la noche de bodas, Dánao dio a sus hijas una daga a cada una para que mataran a sus maridos cuando estuvieran indefensos en la cama. Obedecieron el deseo vengativo de su padre, todas excepto la mayor, Hipermnestra, que verdaderamente se enamoró de su marido, Linceo. Por este acto de compasión, la mayor de las danáides fue perdonada del horror al que fueron condenadas sus hermanas, que permanecen en el infierno del Hades realizando una tarea convertida en eterno castigo: llevar agua a un tonel que nunca se llena.

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Un amor a la luz de la luna

"Selene y Endimión", pintura de Ubaldo Gandolfi.

MITO DE SELENE Y ENDIMIÓN: Una noche de verano, Endimión, que solía descansar de su labor como pastor en el refugio que ofrecía una cueva, decidió echarse a dormir al aire libre.

La preciosa diosa Luna, ascendió a los cielos e iluminó la Tierra con su luz plateada, y desde lo alto diviso un hermoso cuerpo desnudo que la hizo desear contemplarlo más de cerca. Y tanto se acercó que su luz despertó al apuesto Endimión, y al mirarse mutuamente quedaron enamorados al instante. 

Pasó el tiempo, y el amor seguía tan ardiente que Endimión y Selene comenzaron a temer por el final de su idilio, pues ella era una diosa y él un simple mortal. Por ello Selene rogó a Zeus que otorgara la inmortalidad a su amado, y el gran dios del Olimpo decidió que Endimión solo sería inmortal mientras permanezca dormido. Así pues, desde aquel día Endimión solo despierta de su sueño para recibir la visita de su amada diosa Luna.

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Un mortal deseo

MITO DE SÉMELE: Cadmo y Harmonía tuvieron una hija que con el pasar de los años se hizo más y más bella, tanto que el gran dios Zeus se enamoró de ella y la hizo su amante. Hera, esposa del dios olímpico, lo permitió, pero al descubrir que la joven había quedado embarazada enfureció por los celos. Tomó la apariencia de la nodriza de Sémele y le dijo a la joven que pusiera a prueba a su amante, que le pidiera aparecer en todo su esplendor para demostrar que era realmente el poderoso dios Zeus. Sémele pidió a su amante que le concediera un deseo, y este accedió, pero al escuchar de qué se trataba se negó rotundamente. Sémele no se quedó satisfecha y finalmente lo persuadió y logró que Zeus se mostrara ante ella en toda su magnificencia, y cuando esto sucedió los truenos, relámpagos y rayos ocuparon la habitación, y ante tanto esplendor y poder Sémele quedó fulminada de inmediato. 

Zeus no pudo salvar a su amante de su mortal deseo, pero pudo al menos salvar al hijo que llevaba dentro.

"Muerte de Sémele", pintura de Rubens.
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Cadmo, fundador de Tebas

MITO DE CADMO: Cadmo, hermano de Europa, sabía que antes de fundar una nueva ciudad debía hacerse un sacrificio en honor a la diosa Atenea, pero antes de ello mandó a sus compañeros a por agua. Estos encontraron una fuente en el bosque y al acercarse fueron atacados por un fiero dragón que custodiaba el lugar, pues estaba consagrado al dios Ares. Cuando Cadmo fue a buscar a sus compañeros descubrió la sangrienta escena y con rabia hizo frente al dragón hasta darle muerte.

Tierra y cielo se estremecieron y se escuchó entonces la voz tronante del dios Ares. Enfurecido por la muerte del dragón, el dios guerrero condenó a Cadmo a ver sufrir a generaciones de los suyos y a pasar sus últimos días convertido en serpiente. Sin embargo, bajó de los cielos la diosa Atenea y dijo a Cadmo que no temiera, pues ella entendía todo sucedió por rendirle culto, así que intentaría protegerle de la ira de Ares. 

"Cadmo y Minerva", pintura de Jacob Jordaens,
realizada a partir de un boceto de Rubens.
Atenea dijo a Cadmo que para apaciguar al dios de la guerra debía sembrar los dientes de la bestia. Así lo hizo, y de la tierra surgieron hombres fuertes y armados que comenzaron a luchar entre sí hasta que solo algunos quedaron. Estos nuevos hombres fueron llamados Espartos (hombres sembrados) y siempre fueron fieles guerreros de Cadmo, el cual fundó allí mismo la ilustre ciudad de Tebas.

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La caída de Faetón

"La caída de Faetón", pintura de Rubens.
MITO DE FAETÓN: Faetón fue criado solo por su madre, Clímene, pero cuando el chico llegó a la adultez, su madre decidió contarle quién era su padre. Y resultó ser el radiante Helios, el dios Sol, quien cada día ilumina la Tierra partiendo con su carro desde su palacio de oriente, recorriendo la tierra de este a oeste. 

Sabiendo ya que era descendiente de un titán, Faetón no dudó en alardear de tan grandioso progenitor, sin embargo, nadie quiso creerlo y se burlaron de él. Así que se decidió a visitar a su padre, quien le dio una amable bienvenida en su palacio. Helios le reconoció como hijo y le ofreció cumplir cualquier deseo que pidiera. Faetón pidió conducir el carro de su padre al día siguiente, y aunque Helios le advirtió que era una tarea muy peligrosa no pudo más que cumplir su promesa.

Cuando llegó el momento de llevar la luz del día a los humanos, Faetón no pudo controlar a los vigorosos caballos que tiraban del carro, provocando estragos en la Tierra. La diosa Gea temió por su vida y pidió ayuda a Zeus, quien lanzó un brutal rayo contra el carro, del cual cayó Faetón, encontrando la muerte al final de la caída. 

Las hermanas de Faetón lloraron tanto su pérdida que los dioses las transformaron en álamos, y por siempre estuvieron derramando lágrimas de resina.

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La rapto de Europa

MITO DE EUROPACierto día se encontraba la joven y bella Europa jugando en la orilla del mar junto a sus amigas, sin saber que desde lo alto el gran dios Zeus observaba a la joven con tal lujuria que la veía más bella que cualquier diosa. No pudiendo refrenar sus ansias de estar junto a ella, Zeus se transformó en toro y se introdujo en un rebaño que pastaba junto a la playa, y sin embargo resaltaba sobre el resto. Europa se percató de la presencia de ese toro singular, y sin saber por qué, se sintió atraída hacia él. Le acarició, le dio de comer e incluso se decidió a subirse a lomos del animal, y cuando esto ocurrió el toro dejó de estar en calma y entre brincos se echó al mar y velozmente lo atravesó hasta llegar a un bosque lejano, allí volvió a su forma original y convirtió a Europa en su amante. 

Tras la desaparición de Europa, su padre, el rey Agénor, mandó a sus otros hijos a buscar a su querida niña, indicándoles que si volvían sin ella serían ejecutados. Europa nunca apareció y sus hermanos jamás pudieron regresar a su ciudad, tuvieron que buscar un nuevo lugar al que llamar hogar.

"El rapto de Europa", pintura de Noel Nicolas Coypel.

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Hermafrodito, la unión de dos amores

MITO DE HERMAFRODITOEl guapo Hermes y la bella Afrodita tuvieron un hijo al que llamaron Hermafrodito. Fue criado por ninfas y tras el pasar de los años acabó convirtiéndose en un hermoso joven.

Cierto día, una ninfa de las aguas, Salmacis, vio al muchacho bañándose en un lago, y al instante quedó enamorada de su extraordinaria belleza. Ella se lanzó a las aguas del lago para intentar seducirlo pero fue rechazada. Entonces la ninfa se agarró fuertemente al muchacho y entre forcejeos pidió a los dioses que sus cuerpos fueran uno, para así poder estar juntos hasta el fin del tiempo. El deseo se cumplió y ambos cuerpos quedaron fundidos para siempre, siendo a la vez masculino y femenino.

"Hermafrodito durmiente", escultura de autor desconocido.
La base sobre la que duerme fue creada por Gianlorenzo Bernini.

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Acteón, el cazador cazado

MITO DE ACTEÓN
"Diana y Acteón", esculturas de
Luigi Vanvitelli.
Estaba por el bosque un hábil cazador, Acteón, acompañado por sus perros, cuando entre los árboles descubrió en una escondida zona a la virginal diosa Artemisa disfrutando de un baño junto a las ninfas. Al percatarse las ninfas de la presencia de Acteón se alarmaron y corrieron a tapar la desnudez de la diosa. Acteón, en lugar de apartar la mirada y marcharse, no se movió lo más mínimo y mantuvo sus ojos sobre la diosa, la cual enfureció ante tal osadía. Artemisa lo transformó en ciervo, y al verlo sus perros comenzaron a perseguirlo hasta que lo alcanzaron y lo mataron. Durante días los perros buscaron a su amo por el bosque, sin éxito... Acteón, por su atrevimiento, pasó a ser el cazador cazado.

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Los supervivientes, Deucalión y Pirra

"El diluvio", de Paul Merwart.

MITO DEL DILUVIO: Zeus, enfadado con el comportamiento de los humanos, les mandó un nuevo castigo: una lluvia torrencial que duraría 9 días y 9 noches. Sin embargo, para que no se extinguiera la creación de los dioses, Zeus permitiría vivir a una sola pareja, una que fuera digna de ser salvada del diluvio. 

Prometeo advirtió del peligro a su hijo Deucalión y a la esposa de éste, Pirra, y les mandó construir un gran arca y llenarlo de provisiones. Deucalión y Pirra se embarcaron en el arca y permanecieron en él hasta que el diluvio cesó. Las lluvias dejaron todas las tierras sumergidas, excepto el alto monte Parnaso, y allí se dirigieron. Una vez en tierra, desearon y pidieron a los dioses volver a tener la compañía de los suyos, sus iguales. Los dioses les concedieron tal deseo, y para lograrlo debían lanzar hacia atrás los huesos de su madre, Gea. Entendieron que esos huesos eran las piedras, y así volvió a poblarse la Tierra, pues de las piedras que lanzaba Deucalión surgían hombres, y mujeres de las piedras lanzadas por Pirra.

Deucalión y Pirra tuvieron 5 hijos, y el mayor de ellos, Helén, dio su nombre a los helenos, el recién fundado pueblo de Grecia.


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La caja de Pandora

"Pandora", pintura de
Alexandre Cabanel

MITO DE PANDORA: Zeus decidió crear otro ser humano, pero diferente al hombre, quería que fuera para ellos un regalo y a la vez castigo. Esta tarea se la mandó a Hefesto, quién realizó su más perfecta creación, la mujer, a la cual cada uno de los dioses dio dones materiales e inmateriales. La llamaron Pandora, pues era un "regalo de todos" los dioses a los hombres. Y con ella nació en la Tierra el amor y el deseo. 

Pero Zeus, aún enfadado con Prometeo, mandó al hermano de éste, Epimeteo, su nueva y preciosa creación, Pandora, con una caja cerrada y el objetivo de lograr que Epimeteo la abriera. Aunque él estaba avisado de no aceptar regalos de Zeus no pudo rechazar a tan bella mujer, así pues, se abrió la caja, desatando todos los males y desgracias de la humanidad. Pandora intentó cerrarla, pero ya era tarde, en ella solo quedaba la esperanza... Poco, pero suficiente para combatir los males que escaparon. 


Y aún se dice entre los humanos que la esperanza es lo último que se pierde.


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La luz de Prometeo

"Prometeo lleva el fuego a la humanidad"
pintura de Heinrich Friedrich Füger.
MITO DE PROMETEO: Cuando los hombres dejaron de adorar a sus dioses creadores, Zeus les arrebató el fuego como castigo. Prometeo, artesano creador de la raza humana, decidió robar el fuego a los dioses para devolverlo a los hombres, pues él sentía aprecio por su creación. Como castigo, Prometeo quedó encadenado en el Cáucaso, expuesto al calor del sol y al frío de la noche, y no solo eso, pues al amanecer un águila de afilado pico llegaba y roía el hígado de Prometeo, que se regeneraba al anochecer... Así día tras día hasta que Heracles mató al águila con sus flechas y liberó a Prometeo.




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